Los guerreros ancestrales habitaron zonas de luz y amor, donde profesaron su lealtad hacia la luz, estos guerreros habitan zonas de amor donde la luz reina en todo su ser, este ser comienza su caminar por senderos que lo dirigen hacia zonas donde el amor empieza anclar energías, ellas se caracterizan por ser energías que aún no encuentran su camino de luz, los guerreros viajan en dimensiones de no tiempo y anclan energías con su presencia y amor hacia la creación. Ellos habitúan su ser hacia zonas donde los corazones no han incorporado dentro de si la energía que mueve el universo y que da vida a toda forma de vida. Ellos manifiestan su lealtad hacia la luz, irradiando luz a los corazones y transmutando energías en amor. Seres de gran belleza y amor realizan esta tarea y son cuidados y acompañados por nosotros. Su transitar es de periodos donde la luz empieza a asentar las bases, ellos manifestan su amor a través del servicio y en medio de las energías desarmoniosas muestran una fortaleza y entereza que nos conmueve profundamente. Los guiamos en su caminar y cuidamos de su ser, ellos ven en nosotros una guia y sosten que los cuida y abraza en su andar. Nos aman profundamente y nos unen lazos de amor que traspasan las dimensiones, ellos nos ven y perciben y son capaces de ver la belleza de la luz en nuestro ser, eso los motiva y guia a seguir en su andar, ya que perciben que son cuidados y guiados hacia espacios de luz.
Nosotros guiamos a los guerreros de luz en su transitar y nos conmueve ver como transmutan las energías del ser y la transforman en luz, ellos a veces no perciben los avances de su labor, pero cada vez que una energía entra en la luz, es un espacio que se abre para la nueva energía y desde ahí nosotros enviamos luz al ser. Los guerreros de luz viajan en espacios de no tiempo y orientan su quehacer hacia la luz que abre caminos en los corazones de los seres en evolución.
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