El corazón del ser solar habita zonas donde el amor ha asentado bases de luz en su ser, esta luz se manifieta a través de la vocación de servicio que despierta en los seres que habita, trabajan por la humanidad y establecen vínculos de amor que los une en la eternidad. Los seres de amor envían luz a toda la creación, se mantienen en lugares donde el ser comienza a transportar su ser hacia zonas donde el amor empieza a cimentar las bases. Su quehacer transita por periodos donde se conecta con su divinidad y expresa su amor hacia el Padre Creador, envia su luz y en ella viaja y en ella vive y en ella se desplaza por el universo manifiesto. Su vida transcurre en un cantar de luz que ilumina su ser y transforma en luz. Viaja por el universo manifiesto y expresa su servicio y lealtad al Padre Creador, expande su corazón e irradia luz en los corazones impulsando procesos de expansión conciencias. Vivimos en ellos y amamos profundamente a su ser.
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